Aquí en esta foto vemos
un niño disfrutando del agua, viviendo esa etapa; esa niñez. Niñez que nunca
vuelve, al igual que la inocencia, la virginidad y entre otras cosas que
perdemos al momento de crecer y madurar. Solo vemos este lado feliz, pero no
vemos al niño que siendo niño perdió en cierto modo su niñez y hasta la esencia
de lo que es ser un niño. ¿Por qué? Este niño aprendió a ser un soldado a
temprana edad, no de estos soldados que
van a la guerra a pelear con armas y batallar contra otros humanos. Sino más
bien un soldado de vida
que
tuvo que forjarse situaciones de adultos las cuales no le correspondían, ni
sabe cómo manejar. Pero desde pequeño su papa le dio esa tarea, la tarea
asignada fue cuidar de su mama y su hermana, pero aparte de esa tarea tan ardua,
si le podemos llamar así, también tiene que aprender a ser un verdadero hombre.
Y esto desconcierta al niño ya que es muy pequeño para poder entenderlo y
llevarlo a cabo. Hoy día ya es un adulto dentro del cuerpo de un niño, que sigue
con la misma tarea ya que su papa falta; no está presente y el decidió seguir con el mandato, aunque no con los
mismos ideales que ofreció su papa, porque este transformo su mente y su
capacidad de una forma extraordinaria. Y se rige cuidadosamente como adulto
pero actúa como niño.